miércoles, 19 de junio de 2019

Grooming

Los alumnos de 7° TM reflexionaron sobre qué es y cómo nos puede afectar el Grooming.
El Grooming es una práctica de acoso y abuso sexual en contra de niños y jóvenes que, en la mayoría de los casos, sucede a través de las redes sociales. Afortunadamente, evitar que esto suceda es muy fácil, basta con tomar medidas de prevención y seguridad de navegación en Internet.


Los groomers (personas que buscan hacer daño al menor) pueden ser hombres y mujeres de cualquier edad y de cualquier nivel económico o social. El grooming puede suceder online o en persona y, en muchas ocasiones, el groomer invierte tiempo considerable durante este periodo de preparación para ganarse la confianza de los niños y sus familias:
Ser víctima de grooming puede traer consecuencias fatales, sin embargo, tomar acciones concretas de seguridad mientras navegamos por Internet es la forma más sencilla de ayudarnos a prevenir esta situación. Algunas sugerencias para prevenir el Grooming son:
  • No proporcionar, o hacer fácilmente accesible a extraños, imágenes o información personal que pueda ser utilizada para otros fines.
  • Preservar la seguridad y confidencialidad de cuentas de usuario y contraseñas, así como la del propio ordenador.
  • No ceder ante el chantaje bajo ninguna circunstancia, puesto que ello supone aumentar la posición de fuerza del groomer.
  • No dudes en pedir ayuda si te encuentras ante una situación nueva y delicada que conlleva gran estrés emocional. Contar con el apoyo de una persona adulta de confianza es fundamental.
  • Analizar en qué delitos o irregularidades ha incurrido el acosador y cuáles pueden ser probadas para denunciar el abuso.
  • Buscar y recopilar las pruebas de la actividad delictiva: capturas de pantalla, conversaciones, mensajes y todo aquello que pueda demostrar las acciones del groomer o dar pistas sobre su paradero o modo de actuar.
  • Formular una denuncia con un adecuado análisis de la situación y elementos de prueba que ayuden a la investigación.
Además, es conveniente que, como adultos:
  • Controlemos y supervisemos el acceso de los niños a Internet.
  • Concienticemos a los menores sobre los peligros que existen en la Red.
  • Mantengamos un diálogo abierto entre padres e hijos para crear un ambiente de confianza.
  • Instalemos un antivirus o software de control parental en el ordenador que utiliza el menor para protegerlo ante una situación no prevista.



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