El
11 de Septiembre de 1888 falleció
en Asunción, Paraguay, Domingo Faustino Sarmiento. En su homenaje,
se celebra en esta fecha el Día del
Maestro.
A pesar de que algunos consideran contradictoria la vida de Sarmiento, sin duda ha contribuido al desarrollo de la educación. Durante su Presidencia (1868-1874) se propuso elevar el nivel social de
amplios sectores de la sociedad a partir de una fuerte acción educativa
impulsada por el Estado. En ese entonces la educación era privilegio de
un sector muy reducido de la sociedad, perteneciente o muy estrechamente
relacionada con la clase dominante. Sarmiento abogó por una educación
popular.
Su gran pasión era lo que llamó “educación popular”, “educación nacional” o también “educación común. En consecuencia, durante su presidencia impulsó la educación fundando en todo el país unas 800 escuelas.
Durante la presidencia de Roca ejerció el cargo de Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación. En 1882, logró la sanción de su viejo proyecto de Ley de Educación, gratuita, laica y obligatoria, que llevaría el número 1420.
Su gran pasión era lo que llamó “educación popular”, “educación nacional” o también “educación común. En consecuencia, durante su presidencia impulsó la educación fundando en todo el país unas 800 escuelas.
Durante la presidencia de Roca ejerció el cargo de Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación. En 1882, logró la sanción de su viejo proyecto de Ley de Educación, gratuita, laica y obligatoria, que llevaría el número 1420.
La educación se revela como el aspecto más
luminoso del “Maestro de la Patria” que contrasta con otros aspectos más
polémicos y antipopulares de su accionar político. No obstante, la
figura de Sarmiento a trascendido su propia historia y hoy se ha
convertido en un símbolo del gigantesco esfuerzo que miles de docentes
argentinos desarrollan día a día.
Para dar un enfoque diferente a este día, les ofrecemos un breve texto para la reflexión...
Los maestros fascinantes
1. Los buenos maestros tienen buena cultura académica y son
elocuentes, mientras que los maestros fascinantes tratan de entender
el funcionamiento de las mentes de sus alumnos para poder educarlos
mejor.
2. Los buenos maestros tienen una metodología y son didácticos,
mientras que los maestros fascinantes tienen la sensibilidad para hablar
a los corazones de sus alumnos.
3. Los buenos maestros educan la inteligencia lógica, mientras
que los maestros fascinantes educan la emoción, enseñan
a sus alumnos a explorar su propio ser.
4. Los buenos maestros usan la memoria como depósito de información,
mientras que los maestros fascinantes la usan para estimular la creatividad.
5. Los buenos maestros son temporales, mientras que los maestros fascinantes
son inolvidables.
6. Los buenos maestros corrigen el comportamiento, mientras que los
maestros fascinantes resuelven los conflictos en el salón de
clases con inteligencia.
7. Los buenos maestros educan para una profesión, mientras que
los maestros fascinantes educan para la vida.
Autor: Dr. Augusto Cury
Ojalá lleguemos a ser maestros fascinantes!!
Por suerte en esta Escuela tenemos muchos maestros fascinantes!! Feliz día para todos!
ResponderEliminarHermosa la reflexión. Espero cada día ser mas fascinante. Feliz día para todos!!!
ResponderEliminarViviana